dimarts, 8 de juny del 2010

La chupona


…Ooooooooh Pepe qué buenooooooo cabrooooooón oooooooooh no te pareessssss oooooooooooh cielooooo oooooooohh cielo aaaaaaah ooooooh cielo aaaaaaah qué delicia Pepe cabrón ooooooohh aaaaaahhh…

Creo que ya he dicho que casi todo en esta vida es relativo y si no solamente hay que escuchar a la Manoli, más conocida como la extremeña, aunque en el mundillo este putañero en el que todos nos conocemos en realidad la llamemos Manoli la chupona.

La chupona es de esas tías que sólo te guiñan el ojo para apuntar y que además, mientras te lo están guiñando van e intentan birlarte la cartera mientras tu te quedas pillao con su lengua que no para de asomarse por la ventana de sus labios. Unos labios gruesos y bien definidos. Pecaminosos. Carnosos. Brillantes. Rosados como dos pantera rosas industriales recién sacadas de su envoltorio de celofán dispuestas a ser merendadas.

La chupona te hace cosas raras con la lengua como para incitarte a que te pongas todo morlaco, insinuándose toda apretada como va ella siempre por el Barrio Chino de Barcelona que huele a fritanga diversa, moracos, costo culero gira cabezas y meados nocturnos esquineros. La chupona esquiva todas esas fragancias costumbristas empleando cantidades industriales del Poison de Christian Dior. Cagüen Dios. Envases de perfume que compra a gitanos pagándolos a mitad de precio.

La chupona es muy relativa la muy filla de puta, porque te hace creer lo que no es en un presente, te lo pinta todo de color rosa primero y luego, cuando ese presente se convierte en pasado, te das cuenta de que lo que parecía ser no es y caes en la cuenta entonces de que ese pasado al convertirse en presente es falso, es una puta mierda y entonces me da por pensar que casi todo es relativo y que la chupona es una filla puta porque es más traidora que el puto Figo aquel que siendo capitán abandonó la nave por dinero yéndose al Madrid.

Cuando la relatividad se hace fuerte dentro de mi sesera he de comenzar a contar hasta cien respirando poco a poco.

Uno, dos, trees, cuatro, cinc, sis, set, vuit, nouuu i així fins a cent.

…Ooooooooh Pepe qué buenooooooo cabrooooooón oooooooooh no te pareessssss oooooooooooh cielooooo oooooooohh cielo aaaaaaah ooooooh cielo aaaaaaah qué delicia Pepe cabrón ooooooohh aaaaaahhh…

Me acuerdo de que un par de días después de que apareciese el traidor con la camiseta blanca por la tele, el Jordi y yo fuimos una noche al restaurante japonés que el Judas portugués había montado con la zorrilla de su esposa y le pintamos a la flor de lis dels collons del rótulo un Figo Muérete en blanco, claro, bien grande y bonito con una pintura abrasiva imposible de limpiar.

Pero volviendo a la pelandusca esta, la verdad es que la chupona la chupa de miedo la filla de puta.

Me refiero a que la chupona es de ese tipo de putas que no te pregunta si ha de comerte los huevos peludos también. La tía te coge la polla, se la mete en la boca y comienza a moverse, a darle meneíto hasta que su baba se pone a punto de nieve, entonces se la saca de la boca y te come los huevos con toda la baba aquella que ha estado fabricando. Luego te la vuelve a coger, te planta un beso oclusivo con la boca labial esa que tiene que te sabe a polla y se mete a la susodicha aquella por el agujero del coño, para empezar acto seguido a saltar sobre ella como si le estuviesen dando corrientes en los pezones unos soldados de la Guardia Republicana Iraquí.

...Ooooooooh Pepe qué buenooooooo cabrooooooón oooooooooh no te pareessssss oooooooooooh cielooooo oooooooohh cielo aaaaaaah ooooooh cielo aaaaaaah qué delicia Pepe cabrón ooooooohh aaaaaahhh… ¿Te falta mucho cariño? Ooooh…

A menudo lo que parece ser no es.

Casi todo en esta vida es relativo.

Setenta y uno, setenta y dos, setenta y tres, setanta quatre, setanta cinnnc, setanta…

Filla de puta.