dilluns, 20 de desembre del 2010

dimarts, 30 de novembre del 2010

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dimecres, 10 de novembre del 2010

Descuadre


Una de las peores cosas que le puede pasar a un gestor delante de un cliente es que presente un balance de situación descuadrado.

El balance de situación, como su nombre indica, refleja exhaustivamente el estado financiero de una empresa y se divide en activo, pasivo y patrimonio neto. En el activo se reflejan los recursos que la empresa tiene. En el pasivo se indican las obligaciones que la empresa posee con terceros. Finalmente, en el patrimonio neto se presenta el capital social de la firma, además de las reservas que la empresa posee y los beneficios no repartidos.

Es obligatorio que el importe total que refleje el activo sea el mismo que tenga el pasivo junto con el patrimonio neto. Si los totales de ambas columnas no coinciden se dice que el balance de situación está descuadrado. Un balance de situación descuadrado indica que la contabilidad no es correcta. Y una contabilidad que no cuadra no es fiable y lo más importante: No es real.

Un balance de situación que no cuadra es una puta mierda y deja al gestor que lo ha entregado en el banco (obviamente sin habérselo mirado antes) como un auténtico gilipollas.

Media hora antes que la mama me explique todo esto por teléfono yo estoy sentado sobre mi sillón de cuero de color vainilla con una escort argentina con rabo que está empezando a comerme la polla por tiempos.

Tiempo… ¡Uno! Últimamente estoy abusando de los transexuales. Cuando digo esto de abusar no me refiero a que les prometa que voy a avisarles segundos antes de correrme sobre sus maquilladas jetas, para luego hacer ver que no he dicho nada mientras se me escapa la risilla al verles toda la cara manchada.

Tiempo… ¡Dos! Más bien me refiero a que llevo unos cuantos meses con el ya algo obsesivo tema este de los transexuales a cuestas. Me está empezando a molar que me den por el culo más que de vez en cuando y eso por un lado mola pero por otro no. Antes me la metían sólo cuando palmábamos en Europa o en algún partit importante. Pero cuando nos convertimos en eternos y comenzamos a perder poco, esa condición sine qua non comenzó digamos que a cambiar.

Tiempo… ¡Tres! La verdad es que me mola que me den por el culo. No me gusta chuparles la polla, eso no porque es de maricones. Pero que me la metan suele sentarme condenadamente bien. Quiero decir que mientras me enculan tomo conciencia de la profundidad que tienen las cosas que me rodean. A menudo me siento infinitamente diminuto cuando me están petando el culo, hasta que de repente, todo cambia de formato, el contexto que me envuelve se torna chico y yo me hago grande, enorme, llenándome por dentro, cada orificio, como si fuese un gofre recién horneado al que bañan con chocolate caliente. La puta relatividad… Collons. Es que me siento como purificado. Además, he comprobado que si los travelos acaban follándote, en el próximo encuentro siempre te hacen algún que otro descuento o tienen algún tipo de atención o deferencia contigo: Véase una rayita de coca, un beso con lengua más largo, una pajilla con los pies, un beso negro sin que te hayan lavado antes…

Tiempo… ¡Cuatro! A veces, cuando la mama se va al gestor y sé que va a tardar en volver porque hay cierre trimestral y toca presentar los impuestos, aprovecho para llamar a la argentina esta que la chupa de miedo. La escort me cobra trescientos euros por dejar todo lo que está haciendo en su casa y venir a la mía. Es importante que todo el tinglado se haga rápido y que sobretodo, el travelo me la chupe mientras yo estoy sentado sobre el sillón de cuero de color vainilla que me regaló la mamá. Me encanta sentir el tacto del cuero sobre mis peludas pelotas y en las nalgas. Un tacto suave y frío al principio, que enseguida se convierte en pegajoso cuando mi piel comienza a sudar provocando que el cuero se me quede enganchado en el pellejo. Cuando percibo que empiezo a sentirme incómodo sobre el sillón, es el indicador, el momento preciso para dar la orden y exigir al travelo que comience a comerme la polla por tiempos.

Tiempo… ¡Cinco! El subidón de adrenalina que me provoca el pensar que la mama podría entrar en casa en cualquier momento y descubrirme con todo el percal no tiene precio. Ese pelotazo emocional hace que tarde un montón en correrme. Pero la escort argentina sabe un huevo y cuando ve que llevo manchando dentro de su boca más de quince minutos, siempre me hace levantar del sillón de cuero para meterme un par de dedillos por el agujero del culo que está todo sudado.

Una de las peores cosas que le puede pasar a un gestor delante de un cliente es que presente un balance de situación descuadrado.

Pero lo peor que puede pasarle a ese gestor gilipollas que imprime balances de situación descuadrados es que la mama se entere, me llame para contármelo y a mí tanta gilipollez me acabe descuadrando la gloriosa comida de polla por tiempos haciéndome perder trescientos euros del ala.

dimecres, 3 de novembre del 2010

Feisbúc


Esto del Feisbúc es genial ya no porque puedas llegar a saber qué ha sido de tal persona a la que hace tropecientos años que no ves, si no porque gracias a Feisbúc puedes encontrar a gente que resulta ser afín a ti. Las redes sociales son una pasada Josep María, deberías probarlas coño. Gracias a Feisbúc puedes localizar a personas con gustos comunes e ideas semejantes. Feisbúc es el futuro Josep María. Las redes sociales son el futuro, créeme.

Me gustaría estar, encontrarme a años luz de donde estoy y me encuentro ahora.

Me gustaría tener la capacidad de contar hasta diez y conseguir que desapareciese todo lo que tengo delante que no me gusta, lo que me molesta. Uno, dos, tres, cuatro, cinco, así hasta diez y ZAS. Desaparecido.

Me gustaría que entonces, la persona o situación que tuviese delante se percatase de que su presencia o actitud me fastidian. Eso crearía en el personaje un condicionamiento respondiente con el paso del tiempo. De modo que tras verme contar hasta diez esa presencia aprendería a largarse de mi vista, desaparecería y no me tocaría más los cojones. Yo es que le doy muchas vueltas a las cosas desde siempre, sí.

Me gustaría que con el tiempo el mero hecho de verme empezar a contar hasta diez hiciese que esa persona reaccionase salivando y evitándome. No sería necesario que emitiese un ladrido pavloniano, claro. Una vez conseguido ese condicionamiento estaría ya a un paso, me faltaría muy poco de verdad, para crear una especie de secta en la que las personas me adorarían como si yo fuese su auténtico y único MESSIas.
 
Me gustaría que ellas, las discípulas, me chuparan la polla tragándose mis fluidos celestiales. Sería mi alimento para con ellas mi me tú conmigo yo te aviso. Uno, dos, tres, cuatro… Y ellos, mis sirvientes, me entregarían el cincuenta por ciento de sus nóminas que yo, hábilmente invertiría en escarceos nocturnos con cariñosas putas a las que no les importaría regalarme esos maravillosos cinco minutos más que tanto escasean en el gremio.
 
Me gustaría que mi iglesia fuese uno de esos palcos que hay en l´estadi. Esos pequeños recintos con vistas al campo de juego, tele de plasma donde repiten las jugadas, sofá invadido de ácaros, nevera clase A con refrescos, azafatas sonrientes y predispuestas a contentar y bandejita repleta de pastas saladas. Muchas pastas saladas y ganchitos también, con su potenciador de sabor Glutamato, que tanto afea de color naranja las yemas de los dedos y tanto despierta la febril sensación de tener que comer más y más y más…

Y tú te preguntarás; ¿cómo puedo conocer a gente parecida o semejante a mí en Feisbúc? Es muy sencillo Josep María. Puedes crear un grupo o idea y hacerte seguidor. Por ejemplo, podrías crear un grupo que se llamase A mí me gusta contar hasta diez antes de responder, de modo que todo el mundo que leyese eso y se sintiese identificado con ello u opinase como tú, se añadiría a tu iniciativa. Eso crea vínculos de acercamiento entre personas, seguidores, amigos y la red social crece. Feisbúc es fabuloso Josep María, créeme carallo.

Entonces me gustaría crear un grupo que se llamase Señores que se tiran pedos en la cama y cubren su cabeza con la sábana.

Me gustaría cerrar los ojos y ponerme a contar hasta diez. Uno, dos, tres, cuatro, cinco, seis, siete, ocho, nueve y diez. Y entonces abrirlos de repente y…

ZAS.

dilluns, 1 de novembre del 2010

dilluns, 25 d’octubre del 2010

Ficeb


A Paco le encantaba ir al Festival Internacional de Cine Erótico de Barcelona.

A Paco le conocí a finales de 1999 en la sala de espera del apartamento de Liona Ferraz, una travesti brasileña especializada en besos negros, cultura del bondage, latex y esperta en principiantes, lo de esperta escrito con S, sí, así al menos estaba escrito por ella en su página web donde se anunciaba como escort.

Conocí a Paco justo un día después de que nos eliminasen de la Champions, en aquella mierdosa temporada del 99. Por aquellos tiempos, aún no éramos eternos y queríamos recuperar un estilo de juego que nos había hecho grandes a principios de los noventa. Eran tiempos en los que todavía no sabíamos que en el fútbol no se puede intentar recuperar un estilo de juego que solamente era posible contando con cierto tipo de jugadores que por aquel entonces, sencillamente no existían dentro del mercado futbolístico o resultaban ser inaccesibles económicamente.

Paco era y es portero de una finca situada en la calle Cerignola, en la zona alta de la ciudad. Paco era un experto en películas de video descatalogadas. Ahora lo es de páginas web de sexo gratuitas. Paco es el tercero de cinco hermanos venidos a la capital junto con sus padres desde un pueblo de Galicia a mediados de los sesenta. Paco era y está soltero. Sin novias conocidas, ni novios. Chafardero, putero, vicioso, porreta y siempre presto a dejarte dinero si con eso consigue que le acompañes a ciertos sitios.

Paco es el tío al que se la está comiendo Karen LA DIOSA Norton.

Los dos están encima del escenario montado para la ocasión en el Festival Internacional de Cine Erótico de Barcelona.

Yo soy el que está detrás de la cámara, es por eso que no salgo en la foto.

Karen LA DIOSA Norton es una mujer desaprovechada dentro de la escena porno porque tiene demasiada cara de puta.

Eso me lo dice Paco tras haberse vaciado su cuarta mitjana. Con los ojos brillantes y puñeteros. Con sus manitas de gallego pajillero cuarentón moviéndose en el aire con rapidez, como si quisiese atrapar efluvios vaginales plenamente contrastados surgidos del interior del chocho de una principiante estrella del porno que sólo desea agradar. Con su boca de labios estrechos abriéndose y cerrándose apestando a birra y costo culero gira cabesas. Lo de cabesas escrito con S, sí. Con su tono de voz musicalmente gallego. Frunciendo el ceño. Mirando de un lado a otro de la tasca infecta donde estamos sentados como si le persiguiese la pasma. En pleno Barrio Chino de la ciudad. Con nigerianas y dominicanas gordas que le aprietan los huevos con sus tacones al asfalto de unas calles que apestan a meados, cagados, sexo sucio y barato, rencor, fritanga y barrita de sándalo de un todo a cien.

Nunca nadie antes me había chupado la polla como me la comió aquella tarde en el Festival Karen LA DIOSA Norton. No olvidaré nunca cómo me miraba con esos ojos verdes. Clavando su mirada en la mía. Haciéndome sentir dueño y señor de su vida, de su cuerpo, de su chocho… Enséñame la foto aquella otra vez Josep María, anda.

Busco la foto en la carpeta de la memoria del Nokia y la abro. Le acerco entonces el móvil mientras hago un ademán al gitano de detrás de la barra para que nos sirva dos botellas más.

¿Ves mi cara Josep María? ¿La ves? Es lo que te decía. Durante un momento fui su líder, su guía, su führer, mecagoendios.

Sí. Paco es un poco facha. Escrito con CH, sí.

Ya te digo que nunca nadie antes me había chupado la polla como me la comió aquella tarde en el Festival Karen LA DIOSA Norton. No olvidaré nunca cómo me miraba LA DIOSA con aquellos ojos verdes, tío. Creo que me enamoré de ella, carallo. Nunca había sentido tanto mientras me la chupaban. Nunca. Karen LA DIOSA Norton.

Seguramente Paco nunca había sentido tanto mientras se la chupaban porque aquella fue la primera vez en toda su puta vida en la que al cabrón se la comieron de gratis, pero eso sólo lo pienso, claro.

Todo en esta vida es relativo, cada día que pasa estoy más convencido.

Y me encanta.

dijous, 9 de setembre del 2010

El jardí de l'edèn


Me examino muy bien a mí mismo frente al espejo, sobre todo haciendo hincapié en la pulcritud de mis sandalias, pues pretendo evitar que la mama me entretenga al disponerme a salir. Accedo al salón y ella repasa mi vestimenta de arriba abajo mientras yo retiro mis llaves de la mesa. No me pregunta a dónde me dirijo por lo que inutiliza mi armada mentira mental; ni siquiera yo mismo conozco mi verdadero propósito. El Jordi me había repetido la hora, las cuatro y media, y yo no quería hacerle esperar. Miro el reloj, digo a la mama que no me espere y cierro la puerta tras de mí.

He estado más de quince días encerrado dentro de la casa.

Un inoportuno accidente mientras escondía una revista en lo alto del armario de mi habitación con la correspondiente rotura de costillas me ha retenido más de quince días, con sus más de quince noches, postrado en el maldito salón de la casa. He engordado cuatro kilos tras tragarme las contínuas declaraciones del mourinho traductor y las flores a base de miel y sésamo que hace la mama. A la mama la gusta mucho que pidas que por favor te traiga un vaso de agua, que te mueva el cojín hacia un lado o hacia otro por favor. Le encanta acompañarte a mear.

Per l'amor de Déu, nen

Ella siempre regresa del baño, emprendiendo de nuevo su lectura de la biblia catalana, sin saber que aunque me falten costillas sigo meneándomela como Adán. Un Adán al que, por cierto, no creo que Eva le tocase tanto los cojones como hace la mama conmigo. En estos más de quince días con ella dentro de la casa, he aprendido más de Jacob que en toda mi puta vida. Jacob tuvo no sé cuántos hijos por década y vivió muchísimos más años de los que merecía. Entre todos sus hijos no había ninguno como yo, eso dice la mama.

He estado más de quince días encerrado dentro de la casa, pero ya estoy fuera.

En la calle compruebo el olor de los absolutamente reconocibles geranios que la señora Piedad deja ver en la repisa de sus ventanas del piso de abajo, las riega con la leche que compra en el mercadona. Echo un vistazo para localizar al maldito portero del edificio tras asegurarme que aún no recogió los contenedores. Leo el número pintado en el contenedor que se encuentra justo a mi izquierda, 42, y aguantando la respiración con un respingo cruzo la acera.

Al Jordi le hace gracia que le pregunte si la Helena sigue estando buena. Lo hago mientras me dispongo a colocarme el cinturón una vez dentro de su coche. Responde que ella sigue teniendo su punto pero que ese punto a él ya no le gusta y vuelve a repetirme, mordiéndose el labio inferior, que voy a flipar. El hijo de puta del Gerard no nos acompaña, cosa que a mí me alegra, y el Jordi se ocupa en contarme que es mejor que el Gerard no esté presente y que no era la primera ni la última vez que él realizaba esta visita yendo solo.

Mientras cruzamos la Plaça de les Glories pienso en cuánto me gustaría que la Helena se agachase para chuparme la polla, aunque fuese sólo durante un rato. Al Jordi, que no sabe lo que voy pensando, no parecen entusiasmarle mis preguntas. Hago muchas y para algunas no hay respuesta posible. No tardamos mucho en aparcar, el número del portal donde ahora vive la Helena nos queda a unos cien metros. El Jordi me pide un chicle y dice que me esperará como mucho un cuarto de hora. Se niega a subir conmigo, me guiña un ojo. Cuando el Jordi me guiña un ojo significa que todo estará bien. Le hago caso y camino hacia el portal indicado mientras me voy observando los pies.

La Helena enseguida me abre la puerta. Sin detenerse a observarme me pregunta con cierta prisa, y con un gesto que yo no le recuerdo, que si llevo algo encima. No digo nada acerca de mi expectación y creo que no me reconoce. Me mira impaciente. Contesto que sí, mientras me saco del bolsillo derecho del pantalón el sobrecito transparente que el Jordi me ha entregado antes de bajarme del coche. Ella me lo arrebata de la mano sin mediar palabra y se lo come con los ojos. Vuelve a dejárselos caer sobre los míos y me indica que pase dentro con ella. Creo que sigue sin reconocerme pero a mi ya me da igual, siento que se me pone dura porque acabo de constatar que la Helena no usa sujetador para moverse en casa.

Se acerca a la mesa de lo que en su día pudo llegar a ser un comedor y recoge en un segundo el trozo justo de papel de albal que cree va a necesitar. Antes de que consiga verla el pezón izquierdo ya está de subida. Me mira mimosa, acto seguido, y me pregunta en un perfecto catalá qué es lo que quiero que me haga. Cuando regreso a la calle no me molesto en mirar hacia atrás, el hijo de puta del Jordi debe estar ya aparcando en el garaje de su casa.

dijous, 5 d’agost del 2010

A golpes


Cuando el Jordi me dijo que el Gerard nos acompañaría todo lo que hice fue permanecer en silencio.


El Gerard es un hijo de puta y va a permanecer siendo un hijo de puta toda su vida por más que su madre muriera cuando el Gerard tenía quince años mientras éste se encontraba jugando su enésima partida al pang en la sala de recreativos de la calle del Jordi. Es un hijo de puta y así será siempre y lo es desde aquella noche en el 92 cuando metió la piedra de costo en el bolsillo de mi cazadora y la mama se topó con ella poco antes de poner en marcha la lavadora. Hay que ser un malnacido porque sólo un hijo de puta diría a su amigo que una piedra de hachís puede pasar perfectamente por pastilla de aceite de ciclomotor. La mama, presa de sus convicciones y creencias y sabiendo que aquella pastilla la cargaba el mismo diablo, hizo de mí cualquier cosa con aquellas dichosas pinzas de madera. Hijo de puta el Gerard.


Cuando por fin pude volver a meneármela recuerdo que en mis pensamientos placenteros cada vez con más frecuencia aparecía la Helena, la hermana del Gerard, y esto fue así durante largo tiempo. La hermana del Gerard con bastante frecuencia se dejaba ver por los recreativos, hacía pompas con su chicle de fresa mientras me hablaba, pedía cigarrillos a su hermano y se reía siempre inclinándose hacia atrás de forma que parece que la estoy viendo. Helena la verdad es que estaba muy buena aunque su hermano era un hijo de puta y siempre lo será. Y mientras el Jordi guardaba la pipa de vidrio en su mochila y me explicaba que el Gerard había cambiado de coche al fin alcancé a decir...


¿I la Helena? No la veig des que va acabar infermeria


Y fue entonces cuando el Jordi comenzó a contarme lo que no esperaba escuchar. El Jordi y la Helena se follaron mutuamente aquella noche del 92 y ahora entiendo que esto ocurrió mientras yo me dediqué a hacerme una paja frente a aquellos jardines tras obtener de Helena su segunda negativa de la noche. Siempre pensé que ellos tardaron demasiado tiempo en regresar al parque para tratarse de una simple compra de tabaco pero nunca había llegado a preguntarlo y ahora tenía la respuesta. El Jordi se lo había estado montando con la Helena a partir de aquella noche del 92 durante varios meses y siempre a espaldas del hijo de puta del Gerard.


Creo que la Helena era consciente que al Jordi y a mí nos molaba. Creo que a ella esto la gustaba, disfrutaba de ello y lo aprovechaba. Recuerdo que el Jordi se lo dijo por su cuenta y a bocajarro una tarde en la que estábamos los tres tirados junto al banco frente a la Casa Batlló mientras el hijo de puta de su hermano se presentaba a la recuperación de no se qué collons. Recuerdo que ella se echó a reir sobre mí, así recibió el piropo, inclinándose hacia atrás colocando su cabeza entre mis piernas, sentado sobre el banco, y recuerdo que le hizo dudar advirtiéndole de mis posibles celos. Recuerdo que su risa sacudía su pecho rítmicamente bajo su sola camisa de tirantes y que yo lo veía desde mi privilegiada situación y que le pedí un chicle y no quedaban. Creo que ella disfrutaba enormemente manteniéndonos calientes ya fuese en las visitas que realizaba con cierta asiduidad a su hermano o en el proceso de sus escapadas con nosotros cuando éste salía de Catalunya con su padre.


Mientras a golpes de memoria y calor se sucedían las imágenes en mi cabeza, una detrás de otra, pude escuchar cómo el Jordi avanzaba en el desarrollo de una Helena entregada a la bebida a la cual conocí de primera mano y se adentraba en una Helena de hace dos días como quien dice en plena crisis, huérfana, con dos hijos propios, anticuerpos, antecedentes penales y una alta adicción.


Crack


Yo a la Helena conseguí comerle la boca unas seis o siete veces, y uno de sus chicles terminó pegado bajo el escritorio de mi habitación, pero ni un triste polvo conseguí echarle. La Helena tenía los pezones más duros que los veinte que yo le entregaba cada vez que me los pedía para comprar tabaco. Ella, mientras corríamos en la manifestación del 95 delante de aquellas pelotas de goma, fue la que me gritó que de qué color eran las mías, la que me empujó dentro de aquel portal sin mediar palabra y la que me llevó bajo las escaleras para restregarse contra mí y dejarme morder sus pezones durante medio minuto escaso a cambio de otros veinte. Dijo, apresurándose, que seguramente el hijo de puta de su hermano y el Jordi nos estarían esperando en la esquina y también dijo que pidiera un marlboro. Así era.


El Jordi continuaba hablando sin parar y la imagen de Helena se difuminaba por momentos. Me aseguró que si un día me acercaba a verla quería acompañarme para verme flipar. Pensé que estaría bien volver a verla pero rápidamente tuve que centrarme en las últimas palabras del Jordi, tenía que recoger al Gerard en la esquina con Montalegre y luego, ya sí, haríamos todo como siempre y en su coche. Me preguntó de nuevo si tenía listo el ipod y antes de que le preguntase el por qué me tocaba a mí recoger al Gerard se me adelantó diciendo que no me quejase como un hijo puta porque él tenía que ir al Clinic a ver a su primo del cual supuse también me había estado hablando.

divendres, 16 de juliol del 2010

Los Hermanos Maristas


En el colegio de los Hermanos Maristas del Carrer València nos enseñaban a ser personas de provecho sin pisar a los que nos quedaban por debajo. Nos decían que teníamos que estar orgullosos de nosotros mismos. Eso se conseguía siendo generosos con los demás y lo más importante; estando en paz con nosotros mismos. Recuerdo que cuando los Hermanos Maristas nos daban estas indicaciones siempre nos pellizcaban las mejillas cariñosamente. Cuando hacían eso, yo no podía evitar el pensar que aquellos dedos que me tocaban la cara olían raro. Olían como... A rancio, no sé.  
Cuando me hice mi primera paja a los doce descubrí de donde venía aquel olor. En realidad no fue con mi primera paja, de la que guardo un grato recuerdo porque casi me desmayo de gusto cuando llegué al orgasmo. Si no que más bien fue con la sexta paja. Uno, dos, tres, cuatro, cinco y seis en un día. Mi primer día. Mi advenimiento masturbatorio en un surrealismo realmente sublime y catalán decorado con infinidad de tintes Dalinianossss. Visca Catalunya. Visca la palla. Cosa sana. Tras la número seis, con la polla roja, tiesa y dolorida, recuerdo haberme puesto a olisquear la mano y haber pensado que ese olor era el mismo aroma que se encontraba adherido en aquellos dedos que nos animaban a que fuésemos generosos con los demás y procurásemos estar siempre en paz con nosotros mismos.

Los Hermanos Maristas.

Siempre dejo propina cuando voy de putas. Y si me comen bien los huevos sin que yo tenga que exigirlo dejo más. Cuando me corro, lo que sucede bastante a menudo, ya sea en el interior de una vagina, un culo, una puta cara o en el interior de mi mano, me siento la hostia de en paz conmigo mismo. Todas esas sensaciones se aglutinan conformando una sola, la más importante, que provoca que en definitiva me sienta completamente orgulloso de mí mismo. De lo que hago, de lo que vivo, de lo soy.

Si algún día tinc un fill, lo llevaré a los Maristas del Carrer València peti qui peti cagun cony.

Un día la mama me pilló pelándomela con la playmate de marzo de 1982. No la oí llegar a casa me cago en la hostia de lo concentrando que estaba dándole al manubrio. Le estaba comiendo las tetas a aquella rubia platino. Le había hecho incluso un orificio circular al poster desplegable central para, en un momento dado, metérsela hasta el fondo. Justo a la altura del coñete, qué filla de puta la rubia aquella. Me tenía sorbida la razón. Quería tener por aquel entonces solamente novias rubias y tetudas sentadas sobre sillas de mimbre vestidas con picardías blancos con el coño bien abierto para que se airease. Estaba en mi cuarto con la puerta cerrada y la mama entró en casa más sigilosa que de costumbre.
Creo que venía del gestor.

Cuando abrió la puerta sin llamar y me pilló con la picha al aire arriba abajo arriba abajo con los ojos cerrados metido de lleno en toda la vorágine de ideas que estaba cavilando yo por dentro con la marrana aquella. Construyendo diálogos del tipo ¿ya sabes Josep María que con la colita puedes hacer un montón de cositas muy ricas además de mear? Y de repente siento como se abre la puerta, abro los ojos y ÑAC.

Fundido en negro.

La mama no fue al colegio de los Hermanos Maristas como yo. La mama es de otra época para según qué cosas y fue a un colegio religioso bastante más estricto y religioso que el mío. En su colegio había un ambiente de cristiandad que marcaba. En el colegio de la mama no se tenía que conseguir estar orgulloso siguiendo las directrices de ser generoso y de estar en paz con uno mismo. En el colegio de la mama sólo valía estar en paz con Dios porque el tío este lo veía todo, él decidía si ibas abajo o arriba, sin caer en tentaciones, ni pensamientos libidinosos, con esfuerzo, atención, creencias, rectitud, honorabilidad y convicciones.

El colegio de la mama era muy cristiano y marcaba a los que se alejaban del redil. Las marcas… Estuve más de tres semanas sin poder tocármela por culpa de aquellas dichosas pinzas de madera.

Tres semanas son veintiún días.

Uno, dos, tres, cuatro, cinco así hasta veintiuno.

Dichosa paz, filla de puta.

dijous, 15 de juliol del 2010

dimarts, 29 de juny del 2010

El único 7 rojo


El futbolista Cristiano Ronaldo, entre otras cosas, hace un tiempo fue nombrado como CR7 como si se tratase de una máquina de alta precisión, pero precisar lo que se dice precisar sólo se precisa dar una vuelta por Sevilla en Semana Santa para que el mundo se de cuenta que este futbolista, entre otras cosas, aparenta el haber vivido su infancia entre los bloques de Las Tres Mil viviendas.

Para máquina de alta precisión, el sillón de cuero color vainilla que me regaló la mama donde ahora tengo puesto el culo.

Es una auténtica maravilla y sin fórmula secreta alguna constatar cómo el asturiano y ya azulgrana David ha precisado de tan sólo 7 partidos para llevar anotados más goles de los que pudieron juntar Hierro, Morientes, Butragueño y Raúl en sus respectivos soporíferos e interminables torneos internacionales con Espanya en blanco. Y todo esto junto lo digo sin la gitanería de haber transcurrido el Espanya - Portugal y sin hacer ni el más mínimo esfuerzo en levantar mi culo de este sofá.

De hecho, creo que no me moveré de esta maravillosa máquina hasta que no llegue la mama.

Voy a ver el partido porque es como ver jugar al Barça y con Andrés Iniesta al frente es muy posible volver a presenciar, aunque esta vez en telecinco, el ordenamiento de silencio a las últimas tecnologías bucales del llamado CR7. Esta noche en el mundial de Sudáfrica se podrá seguir viendo el fútbol de alta escuela de la Masía catalana convertido en maravilla.

Aunque esta noche, en el mundial del salón de casa, sólo permanecerá un 7 rojo y éste no va a ser otro que el siete que tengo en la ingle y que me hizo la mama con el cuchillo de la cocina la otra noche, pero esa es otra historia.

dilluns, 14 de juny del 2010

Más que dos carretas


Habrá mucha gente que lo dude, no es extraño, pero Teruel sí existe porque yo estuve en Teruel este fin de semana. Teruel no es gran cosa, pero está allí desde hace mucho tiempo. Teruel, sinceramente, es una puta mierda castellana pero es lo que había. Y es que a veces para sobar dos buenas tetas tiene uno que irse a Teruel y volver. Teruel es famosa, entre otras cosas me supongo, por los amantes. Allí se quedaron, el par de ellos, de piedra. No me extraña, en Teruel pegas una patada y aparece un puto convento. Es un más que triste pueblo, perdido en la nada, en el cual sus habitantes deben dedicarse a limpiar piedras según pude observar porque dinero negro no creo que haya.

La Montse, aparte de la abuela enferma y dos muy buenas tetas que sobar, tiene una prima segunda o tercera que acabó casándose y viviendo en Teruel con un aragonés de toda la vida alcohólico que el día que no le roba es porque le pega o viceversa, que se llama Arturo y es de un pueblo de Huesca y parece de cartón piedra. El Arturo no pesa sesenta kilos pero las tetas de la prima segunda o tercera de la Montse bien valen el riesgo de un delirium tremens en Teruel y ella es una chiquilla de veinticinco. Sabe mucho el Arturo. Cuando el Arturo se sobrepasa, y por consiguiente le soba las tetas a la prima segunda o tercera de la Montse sin el consentimiento de aquélla, la Montse, transcurridos unos días de riguroso silencio, va y me lo cuenta. Cuando la Montse me cuenta estas cosas lo hace muy triste y apenada, poniéndome su verdadera cara de Clara Eugenia, y me entran más ganas que nunca de sobarla para que se le pase. Pero lo único que pasa, la mitad de las veces, es que ella me pone la polla dura pero enseguida acaba volviendo a introducirse tras la barra con esa sonrisa que le sale porque sé cómo animarla.

Pues bien, este viernes no sólo tuve que escuchar el repertorio de la Montse con las últimas tragedias masoquistas de su prima segunda o tercera con el Arturo sino que me ví en la situación de poder ser el puto salvador de la agonía contínua de su muy buena prima segunda o tercera de veinticinco. Entendía que siendo yo el único puto salvador entre toda esa prole de guacamayos me ganaba directamente la posibilidad de obtener posibles y buenas recompensas. Yo ya había visto al Arturo en fotos porque en la cafetería de la Montse he visto más fotos que tetas, la tarea era muy simple. La Montse me puso los ojos de la recompensa de antes durante o después. No lo dejaba claro, y para ello debía acompañarla a Teruel. Y yo con la polla bien dura bajo los pantalones no pude negarme. Acepté y esa misma tarde de viernes nos pusimos en camino porque el dueño de la cafetería donde trabaja la Montse sabe reconocer de inmediato que ésta posee dos muy buenas razones para merecerse una tarde libre.

La Montse me pidió por favor que redujera la velocidad de mi descapotable justo unos minutos después de yo haberme notado la Incomodidad de otras veces. Esta Incomodidad es con mayúscula porque, aparte de lo incómoda, me es sumamente irritante. Es adentrarme en la provincia de Lleida rumbo sur y comenzar la Incomodidad con sus distintas y variadas extrañezas propias y ajenas. El simple hecho de no conseguir nada expresándome en catalán ya sea en Teruel, Roquetas de Mar o en Chiclana, em molesta enormement. La Montse enseguida volvió a decirme que iba muy rápido, pero esta vez no se refería a la misma velocidad, esta vez lo dijo porque decidí por mi cuenta el acompañar, sutilmente, una mano sobre su pierna izquierda junto con mis ánimos de palabra.

Nada más llegar la Montse me indicó que aparcara en la misma plaza. Hizo las presentaciones y me di cuenta que su prima segunda o tercera está aún más buena en persona de lo que prometían las fotos que me enseña la Montse. Mientras ellas, ambas, hablaban y se abrazaban agradeciéndose todo lo que tenían que agradecerse yo me encontraba pensando que, de tener que elegir, no sabría bien con qué par de tetas pasar la noche. Si las de la una, tremendas, o las de la otra, próximas y familiares. Si se tratase de pasar sólo un rato elegiría sin dudar a la prima segunda o tercera de veinticinco, sí,  porque por edad seguramente cabalgará sobre mi rabo con más brío. Me hallaba inmerso en estos pensamientos cuando la Incomodidad se hizo cursiva al escuchar claramente cómo la prima segunda o tercera explicaba que el Arturo había cambiado de trabajo, que justamente había comenzado a repartir productos lácteos el martes, y que para desempeñar dicho trabajo había noches que pernoctaba fuera de Teruel por lo que teníamos tiempo para cenar en su casa tranquilamente y después regresar los tres a Barcelona de madrugada o durante la mañana del sábado. A la Montse la idea pareció gustarle mucho y aunque le lancé una mirada de siete cuchillos no pareció inmutarse.

Cuando regresamos al interior del descapotable la prima segunda o tercera de la Montse me masajeó divertida la cabeza, desde su posición en la parte trasera del coche, alabando el vehículo en el que iba montada. Fue entonces cuando pensé que no era tan mala idea pasar la noche con semejantes jamonas aunque ello aconteciese fuera de Catalunya. Cuando no era la una era la otra la que me mantenía alerta, agasajándome con gracias y con buenas intenciones al volante. Yo me las imaginaba abiertas de piernas sobre el capó. La Montse hizo saber a su prima que yo era muy buen amigo y muy confiable, que podía estar tranquila y podía contar conmigo. Mi intención no era otra que la de clavarle el rabo a la que más ganas tuviera del mismo, sin peleas ni discusiones, tan sólo atendiendo al orden establecido de primero boca y después culo. Yo asentía y sonreíamos los tres con los ojos encendidos.

Estando ya en la casa que la prima segunda o tercera de la Montse compartía conyugalmente hasta entonces con el Arturo, el hecho de verme aparecer en gayumbos bajo el marco de la puerta tras darme una ducha, porque yo con Incomodidad necesito limpiarme por dentro y por fuera, no pareció sorprender a ninguna de las dos. Resulté yo más sorprendido, sobre todo al observar su cocina de gas butano ya que me pensaba que estas cocinas habían desaparecido del mapa tras la guerra civil espanyola. He de decir que tanto la Montse como la prima me trataron en todo momento a cuerpo de rey, aunque sin optar en ningún momento por desnudarme o compartir la cama conmigo. La próxima vez que me encuentre con ellas fuera de la cafetería con alarma de securitas direct, una de las dos no va a salir viva del encuentro. Es una forma de hablar porque no tengo intención de matarlas, tengo una idea mucho mejor. Seguramente a ellas les gustará mi idea y les gustará mucho, sobre todo a la prima segunda o tercera de la Montse porque está comprobado que le va el rollo masoquista. La próxima vez llevaré encima las esposas que me dio el Jordi.

dimecres, 9 de juny del 2010

Eleccions


Clic.

… de las elecciones. Yo pienso que entonces Laporta y Rosell eran poco más que conocidos, que son todos y eran unos guarros con posibilidades y que había uno, el más listo de todos y más cantoso, que ideó la palabra mediático y salía muy simpático él y con muchas ganas haciendo el idiota con un elefant blau en la solapa y éste acabó siendo el cabecilla pero necesitaba dinero y gente de fútbol.

Pienso que la gente de fútbol venía a ser Johan Cruyff, que conoce desde la postguerra el buffete de Jan, pero esto al Rosell le hinchaba las pelotas porque él hacía como que trabajaba con Nike y en Nike tienen todos nombres y apellidos y Nike opinaba que había que traer cuantos más brasileños mejor.

Y entonces Jan dio un golpe en la mesa, más grande y más fuerte que la mesa de los demás, y dijo que aquí se iba a hacer lo que dijera la Caixa pero que necesitaba a gente con seny. Y entonces fue cuando llegó Unicef y otras tres escuelas más en Zimbabwe y el de Nike tuvo que tragar y tragar mientras el presidente se bañaba en cava, cava catalán, por supuesto.

Y entonces el Rosell éste se dijo a sí mismo "y en verdad os digo que volveré y entonces haré lo que me salga de los cojones" y en eso está. No creo que no trague a Txiki ni hostias de nada; y con Cruyff no tiene más que una lejanía, no sé. Pero ni presumiblemente ni nada, éste parte como favorito a golpe de chequera blanca porque según me dijo mi hermano, un experto por otra parte, el tío ha solicitado ni se sabe cuántas papeletas para crear la inercia. Porque las grandes inercias tipo fútbol ó 11-S se crean a golpe de chequera, no te quepa duda.

Clic.

Y tras apagar la tele y comprobar como la mama se ha quedado frita en el sofá cheslong, decido pelármela tot pensant en el día de les eleccions a la presidencia del Fútbol Club Barcelona, imaginando que me presento y que contra todo pronóstico, voy y las gano.

dimarts, 8 de juny del 2010

La chupona


…Ooooooooh Pepe qué buenooooooo cabrooooooón oooooooooh no te pareessssss oooooooooooh cielooooo oooooooohh cielo aaaaaaah ooooooh cielo aaaaaaah qué delicia Pepe cabrón ooooooohh aaaaaahhh…

Creo que ya he dicho que casi todo en esta vida es relativo y si no solamente hay que escuchar a la Manoli, más conocida como la extremeña, aunque en el mundillo este putañero en el que todos nos conocemos en realidad la llamemos Manoli la chupona.

La chupona es de esas tías que sólo te guiñan el ojo para apuntar y que además, mientras te lo están guiñando van e intentan birlarte la cartera mientras tu te quedas pillao con su lengua que no para de asomarse por la ventana de sus labios. Unos labios gruesos y bien definidos. Pecaminosos. Carnosos. Brillantes. Rosados como dos pantera rosas industriales recién sacadas de su envoltorio de celofán dispuestas a ser merendadas.

La chupona te hace cosas raras con la lengua como para incitarte a que te pongas todo morlaco, insinuándose toda apretada como va ella siempre por el Barrio Chino de Barcelona que huele a fritanga diversa, moracos, costo culero gira cabezas y meados nocturnos esquineros. La chupona esquiva todas esas fragancias costumbristas empleando cantidades industriales del Poison de Christian Dior. Cagüen Dios. Envases de perfume que compra a gitanos pagándolos a mitad de precio.

La chupona es muy relativa la muy filla de puta, porque te hace creer lo que no es en un presente, te lo pinta todo de color rosa primero y luego, cuando ese presente se convierte en pasado, te das cuenta de que lo que parecía ser no es y caes en la cuenta entonces de que ese pasado al convertirse en presente es falso, es una puta mierda y entonces me da por pensar que casi todo es relativo y que la chupona es una filla puta porque es más traidora que el puto Figo aquel que siendo capitán abandonó la nave por dinero yéndose al Madrid.

Cuando la relatividad se hace fuerte dentro de mi sesera he de comenzar a contar hasta cien respirando poco a poco.

Uno, dos, trees, cuatro, cinc, sis, set, vuit, nouuu i així fins a cent.

…Ooooooooh Pepe qué buenooooooo cabrooooooón oooooooooh no te pareessssss oooooooooooh cielooooo oooooooohh cielo aaaaaaah ooooooh cielo aaaaaaah qué delicia Pepe cabrón ooooooohh aaaaaahhh…

Me acuerdo de que un par de días después de que apareciese el traidor con la camiseta blanca por la tele, el Jordi y yo fuimos una noche al restaurante japonés que el Judas portugués había montado con la zorrilla de su esposa y le pintamos a la flor de lis dels collons del rótulo un Figo Muérete en blanco, claro, bien grande y bonito con una pintura abrasiva imposible de limpiar.

Pero volviendo a la pelandusca esta, la verdad es que la chupona la chupa de miedo la filla de puta.

Me refiero a que la chupona es de ese tipo de putas que no te pregunta si ha de comerte los huevos peludos también. La tía te coge la polla, se la mete en la boca y comienza a moverse, a darle meneíto hasta que su baba se pone a punto de nieve, entonces se la saca de la boca y te come los huevos con toda la baba aquella que ha estado fabricando. Luego te la vuelve a coger, te planta un beso oclusivo con la boca labial esa que tiene que te sabe a polla y se mete a la susodicha aquella por el agujero del coño, para empezar acto seguido a saltar sobre ella como si le estuviesen dando corrientes en los pezones unos soldados de la Guardia Republicana Iraquí.

...Ooooooooh Pepe qué buenooooooo cabrooooooón oooooooooh no te pareessssss oooooooooooh cielooooo oooooooohh cielo aaaaaaah ooooooh cielo aaaaaaah qué delicia Pepe cabrón ooooooohh aaaaaahhh… ¿Te falta mucho cariño? Ooooh…

A menudo lo que parece ser no es.

Casi todo en esta vida es relativo.

Setenta y uno, setenta y dos, setenta y tres, setanta quatre, setanta cinnnc, setanta…

Filla de puta.

dijous, 3 de juny del 2010

L´ ou com balla


El día de Corpus Christi la mama se viste siempre como si fuera domingo aunque la fiesta esa caiga siempre el siguiente jueves al octavo domingo después del Domingo de Resurrección aquel.

La mama tiene controlado el día exacto, no se le escapa nunca, gracias a una hoja de Excel que contiene la fórmula que le suma sesenta días, uno, dos, tres, cuatro así hasta llegar a sesenta, al puto Domingo de Resurrección en la que el tipo aquel se desperezó como si nada y salió de la cueva aquella vestido con una túnica, creo que era, donde parte de sus discípulos habían ocultado su cuerpo solemne y sagrado tras haberla diñado. Me figuro que querrían aprovechar sus restos para poder seguir viviendo del cuento en un futuro, es lo que tiene el marketing, que siempre se levanta, camina y va un par de pasos por delante de todos.

A la mama le gusta que le lleve a la parroquia de la Purísima Concepció, que está en el carrer d´Aragó, para ver in situ la tradición plenament catalana de l´ou com balla.

L´ou com balla se celebra desde que Cristo perdió la virginidad y consiste en hacer bailar un huevo sobre el chorro de los surtidores que tienen las fuentes situadas en el interior de claustros, patios o jardines de las parroquias de Barcelona. Fíjate tú qué cosa. Yo no sé si el huevo está cocido, está crudo o sencillamente está vacío, pero la cuestión es que el cabronazo salta de un lado a otro sin caerse nunca.

Una vez de crío la mama me lo contó, creo que me dijo que el huevo estaba vacío como mi sesera, pero ya no estoy muy seguro; y la verdad es que paso de volvérselo a preguntar porque entonces la mama se acordará de que ya me lo contó una vez y me meterá con el puto bolso en toda la cabeza.

El puto huevo este se pasa el día bailando sobre los chorros de agua y no se cae el cabrón, es alucinante de lo chorras que es.

Me acuerdo que de pequeño me gustaba mirarlo todo el rato muy fijamente haciendo fuerza con la mente para que el puto huevo se ladease hasta el extremo de quedar fuera de la zona donde apuntaban los chorros de agua. Me concentraba muchísimo sin desviar la mirada de la superficie blanca de l´ou, pero por más que lo miraba el malparit no se caía al suelo.

Ahora, de menos pequeño, me gusta más mirar los culos de las turistas francesas y suecas mientras estas contemplan el surtidor y le pegan fotos al dichoso huevo sin acabar de entender muy bien qué puta tradición es esa.

dimarts, 1 de juny del 2010

Respect for the difference


Como a la mama no le gustan las ecuatorianas nunca le he traído a ninguna de mis novias perfumadas y culonas a casa.

A la mama no le gustan las ecuatorianas culonas desde que la Benvinda cumplió su cuarto año de alquiler en uno de los pisos de la mama y se montó la movida aquella con su ex marido que había dado con ella y pretendía hostiarla por un quíteme de aquí estas pajas, creo que era. A la mama no le gustan los follones en los pisos de su propiedad, no quiere líos la mujer; y la Benvinda tuvo que irse sin pagar el último mes sin haber avisado a la mama con antelación ni nada. Por aquellas fechas fue cuando un juez le puso al ex de la Benvinda, un tal Godofredo creo recordar, una orden de alejamiento por si las moscas.

Aquello de que la Benvinda se fuese sin avisar le sentó a la mama como una patada en els ovaris, porque la mama se hace unas hojas de excel llenas de macros con las previsiones de cobros, los gastos y unos diagramas de barras de colores que hi ha per llogar-hi cadires.

Antes del cierre trimestral del IVA la mama siempre va a la peluquería y queda al día siguiente con el gestor de toda la vida para pasar cuentas y comentar las dichosas hojas de cálculo llenas de BARRAs hasta las tantas de la noche.

La mama se pone muy nerviosa cuando surgen imprevistos en el negocio de los alquileres. A la mama le gusta controlarlo todo y cuando algo se desmanda, se desvía o simplemente no sale como ella esperaba, a la mama se le pone la puta curva de la glucosa por las nubes y se enfada muchísimo.

Desde lo de la Benvinda y su huída del piso, me consta que la mama se ha vuelto algo racista. Aunque yo creo que ya lo era antes, especialmente con los brasileños. A la mama siempre le dio asco lo que nos hizo el Romario, el Ronaldo y sobretodo el Ronaldinho. Los sudacas estos vienen aquí a trabajar y en cuanto consiguen los papeles se desmandan y empiezan a hurgar en la burocracia estatal para conseguir ayudas, pagas, subvenciones y demás hostias. El símil de los futbolistas vale porque la mayoría cuando aterrizan no saben ni escribir, se ganan el corazón de la afición y entonces el representante de turno exige más pasta aprovechando el tirón mediático con lo que al final aquest any tampoc y encima los que quedamos mal somos nosotros; que si no sabemos cuidar de las estrellas, que si todas se nos van por la puerta de atrás, que si estos catalanes van siempre de víctimas y en el fondo son unos desagradecidos, etc.

És la mateixa puta merda espanyola de sempre.

Como dice uno de mis compañeros de fila en el fútbol.

Yo le digo a la mama que los sudacas nos van a dejar sin pensiones como represalia por haberles robado el oro hace más de quinientos años. Y se lo digo despacito, no porque no me vaya a entender si se lo digo rápido, sino para hacerla enfadar un poco. A veces me gusta encabronar a la mama solo por ver como se le hincha la vena esa que tiene en la sien derecha. A la mama, cuando le digo que los sudacas nos van a dejar sin pensiones por el oro que les robamos hace quinientos años, se le olvida que la Benvinda no es sudaca sino portuguesa y yo nunca la rectifico concentrado como estoy en ver cómo se le hincha la vena.

Es un hecho comprobado y contrastado que la mama se pone más racista de lo habitual los jueves a eso de las tres de la tarde en la casa de comidas que hay en Aragó con Passeig de Sant Joan. Los jueves la mama y yo siempre vamos a Cal Petit para dar buena cuenta de la paella que sirven, acompañándola de segundo con los famosos calamarcets farcits especialitat de la casa, todo ello regado con un vinito d´agulla amb DO Penedès, és clar.

En los postres de esos jueves la mama siempre termina por elevar la voz con la vena aquella palpitando y aunque el tono le suena algo gangoso, en el fondo a la mama se le entiende todo.

No hase falta desirrr nada másss.

dilluns, 31 de maig del 2010

Entre rejas


La mama finalmente me regaló el sillón de cuero de color vainilla. Ahora mismo estoy escribiendo con el culo hundido en él, rima con maravilla y también pertenece al campeón de liga. Ya me puedo morir tranquilo, se lo decía el otro día al Jordi.

Jordi, ja puc morir-me tranquil nen

A veces se me olvida que la mama está merodeando por la casa y cuando aparece me sorprendo. Desde que la mama ha vuelto a instalarse a vivir conmigo he dejado de masturbarme frente al ordenador los medio días por temor a que la mama aparezca y me vea dándole al manubrio mientras miro porno por la red con cara de pillao. Pero también, desde que la mama ha vuelto a instalarse a vivir conmigo, ha creado en la casa un orden matinal que antes no existía. Gracias a la mama y su orden matinal he localizado de nuevo al Jordi. Ya ha salido de la cárcel, lo supe hace unos días justo cuando estaba dispuesto a poner el culo en este sillón para meterme en la red, vino la mama y me dio el recado. Me lo dijo de no muy buena manera, a la mama no le gusta que llame a casa gente diciendo que acaban de salir de la cárcel.

El Jordi ha salido de la cárcel y me ha perdonado y eso está de puta madre, es un descanso, no dejaba de preguntarme si saldría algún día y si podría perdonarme. El Jordi y yo siempre nos hemos entendido bien y desde aquella tarde no hemos vuelto a discutir. Espero que no volvamos a tener problemas, espero que ninguno de nosotros dos vuelva a tener problemas, y él también está contento con la sustitución de Henry por David Villa. Me lo dijo anoche, la última vez que hablamos por teléfono.

I que per molts anys tinguem la sort que en Pep estigui a can Barça, així la seva trajectòria s'anirà farcint de noves conquestes, nous títols, noves satisfaccions per als culers i els bons afeccionats al futbol.

El Jordi nunca ha creido en dios pero desde siempre creyó en Pep. Le gusta decir eso de que Guardiola es lo más parecido a Dios, porque ganó seis títulos y al séptimo descansó. Le gusta decirlo y reirse, el Jordi casi siempre se está riendo. Se reía menos aquella tarde en la que discutíamos y eso que entonces íbamos los dos ciegos de porros. El Jordi al principio aquella tarde se reía mucho pero ya después, en pleno problema, no se reía una mierda. Recuerdo que no habíamos terminado de discutir cuando se presentaron esos hijos de puta. El Jordi se quedó blanco, pálido, callado. No le hizo gracia, normal, seguramente se le cayeron los huevos al suelo, yo podía verle desde mi posición. Cuando al Jordi alguna cosa no le hace gracia se le suelen acabar hinchando los huevos, como a mí. Y cuando al Jordi se le hinchan los huevos y a mí también puede acabar ocurriendo cualquier cosa y eso es lo que ocurrió.

El Jordi y yo acabábamos de salir del parking, él era quien conducía su coche, pretendíamos regresar al barrio tras adquirir una cantidad de hachís considerable. Yo soy de los que dicen que la droga no es para traficar, es solamente para consumir, pero el Jordi nunca ha estado muy de acuerdo conmigo. No era la primera vez que yo le acompañaba para tal fin. El Jordi y yo siempre nos hemos entendido bien y me recompensaba económicamente por ello, además de entregarme una ficha de veinticinco gramos para irme sirviendo en mis visitas ocultas a los institutos dónde las poligoneras merengonas, como digo yo, agradecen siempre bien una chinita que fumar. El Jordi había colocado habilidosamente la mercancía adquirida en Montjuic bajo los sillones de la parte trasera de su vehículo, como siempre. Salíamos del parking, recuerdo, mientras el Jordi me decía bastante exaltado que la culpa de haber perdido la final del mundialito no la tenía Rijkaard, sino Deco y sobre todo, y más que ninguno, Ronaldinho. Yo no estaba de acuerdo, aunque sí en que faltaba disciplina y profesionalidad. Fue ahí cuando le oí por primera vez decir que con gente en el mando como Pep Guardiola estas cosas no pasarían. Y es que ya digo que el Jordi siempre ha tenido una fe ciega en Pep, siempre dijo que éste no se había dopado nunca adrede.

No nen, Pep no.

La conversación fue derivando y en el quinto semáforo en el que nos paramos le dije que era una lástima pero más que probable que el Barça no ganase tampoco esa liga. Se le hincharon los huevos en ese mismo momento, lo sé por cómo me hablaba y cómo se dirigía a mi. A mi también se me hincharon las pelotas porque no me gusta que diga que él es más culé que yo y mucho menos me agrada escuchar que mi madre se la chupó al Serra Ferrer cuando estuvieron hablando a solas en su despacho. En el siguiente semáforo, antes de acceder a Colón, le comenté que si no conoció a su padre nunca es porque éste seguramente era un madridista facha y su madre sólo una puta sirvienta. Nos golpeamos mutuamente y yo le amenazaba entre risas con quemarle los sillones con el porro encendido en mi mano derecha si no me soltaba el cuello. Le volví a pedir otra vez que parase el coche porque desde que habíamos salido del párking me estaba meando. Me invitó a mear por la ventana, yo entonces le giré el volante y le seguí provocando hasta conseguir que diese un volantazo y se apartase del tráfico cogiendo otra calle. Se apartó subiéndonos a la acera maldiciendo. Yo salí del coche todo lo rápido que me fue posible y me dirigí a unos setos, situados a tan sólo unos metros de distancia, para mear más de una docena de cervezas porque habíamos estado bebiendo.

El Jordi hizo sonar el claxon varias veces, muerto de la risa, porque de las dos señoras que pasaban la más fea se había santiguado al ver que lo que yo estaba haciendo era mear entre los setos. Yo desde mi posición le decía al Jordi que dejara de reirse y que me contestase si su padre era un madridista facha o no. Un Zx con matrícula de Girona se colocó entonces detrás del coche del Jordi indicándole que hiciera el favor de apartarse pues no podía pasar. El Jordi en principio no hizo caso y mientras me insultaba no tuvo más que subirse de nuevo a su coche y lo último que me dijo es que me esperaba al final de la calle. El coche que apareció tras el Zx con matrícula de Girona era un coche de los mossos d'esquadra y yo, al terminar la meada y colocarme los pantalones, me di cuenta que tenía las botas manchadas de la misma cal blanca que habíamos pisado en el párking. Inmediatamente pensé en que el Jordi me iba a llevar en su coche hasta la casa de la mama y que yo no podía llegar tarde y con las botas manchadas de blanco madridista como el padre del Jordi. Procedí a limpiármelas, me incorporé asegurándome que estuviesen bien limpias y comencé a andar perdiendo la consciencia de qué coche iba detrás de cada cual. De pronto, mientras pensaba en cómo molestar al Jordi con mi última gracia de su madre la sirvienta, ví cómo a unos cien metros de mi posición los mossos, dos, tenían al Jordi con las piernas abiertas, dos, y las manos sobre el capó de su coche.

Anoche hablé por última vez con el Jordi y ya sé que me ha perdonado. Al Jordi se le quitó la risa, y seguro que se le cayeron los huevos al suelo sin necesidad de sacar a relucir a su madre la sirvienta, bastó con que uno de los mossos le preguntase el por qué de sus botas manchadas de cal blanca. Yo podía verlo desde mi posición, con un ojo en la operación policial y el otro en el pulsador del 9º B del puto portal que me salvó el culo y en el cual Jordi estoy seguro que no me vió esconderme. Las siguientes preguntas que le hicieron no me las ha contado pero me las imagino, que si de dónde vienes con las botas manchadas de cal blanca, que si a dónde vas, que por qué haces tantas tonterías con el coche, con quién hablabas a voces, quién venía contigo y dónde está. Cuando la mama me dio el recado diciéndome de no muy buena manera que el Jordi había salido de la cárcel, al llamarle, éste me contó que únicamente les dijo que iba solo y que, al no creerle, le terminaron desmantelando todo el vehículo hasta dar con la mercancía que tan habilidosamente había guardado bajo los asientos traseros de su coche.

Tu a Càceres II ho hauries passat molt malament , és una calor seca, terrible.

El Jordi me dijo esto también anoche, siempre nos hemos entendido bien. Me dijo que no entiende el por qué he vuelto a vivir con la mama si de esta forma ni siquiera podré pajearme en condiciones. Y también añadió, mientras la mama merodeaba en el salón ajena a nuestra conversación, que en cualquier caso a él le daba igual, que mañana a las cinco nos veremos y que él me traerá en su coche de nuevo, aquí abajo, y me recompensará económicamente también por ello, como siempre. Me advirtió que esta vez lo haremos de forma más segura, que yo tan sólo tengo que llevarme algo de música para relajarme porque me tocará esperar y esperar bastante. Quiere que le dé el aviso desde una zona alejada y sin peligro por lo que llevaré mi ipod nano de 16 gigas en el bolsillo de los pantalones.