dilluns, 21 de novembre del 2011

Al fondo a la derecha

Cuando abro los ojos ya sé que la he cagado y no lo digo precisamente porque no lleve los calzoncillos puestos. Lo digo con todo el sentido literal que pueda tener esa forma verbal en pretérito.

Con el cuelgue, seguramente me habré tirado un cuesco durante el transcurso de la noche y se me ha escapado un choricillo de mierda que yace a mi lado, todo brillante, en reposo, sobre la cama deshecha con unas sábanas arrugadas que apestan a Chattel nº 5, perfume comprado en un chino. La caca, muy fina ella, toda quieta y parada como emulando la figura de una santa ensaimada encontrada en el fondo de una cueva. Toda moreneta, la cabrona, pídeme lo que quieras que yo te concedo lo que me apetezca a mí.
 
El olor de la caca se entremezcla con el que surge del interior de un botecito de Poper uno dos tres dilátate otra ves que se quedó abiertamente ladeado sobre la mesita de noche de color rosa que me queda a la derecha.

La derecha…

El billete de cincuenta euros está debajo del envase y parece manchado de algo que bien podría ser criolla, que viene a ser lo que completa la rima aquella de que es la leche seca salida de la punta de mi polla, en lo que ha debido ser una noche de sexo, drogas sintéticas, mal beber, nada de rock and roll y un contrato con un travelo ante el advenimiento de las hordas peperas, cagun cony, que viene la derecha con el Mariano dels collons que es colega del Florentino más merengue que Dios. Que Dios Dios, no me refiero al Dios MESSIas, si no al Dios Dios, al que hizo todo esto y se nos puso a descansar de lo descansado que se quedó.

Relativiza Josep María. Relativiza…

Me digo para mis adentros mientras retengo un pedo más por miedo que por vergüenza, no vaya a ser que si lo suelto se me libere otra vez el esfínter y me ponga a parir otra virgen, esta ya pepera, que ha llegado la derecha al Corte Inglés y a todo el país, mecagoentodoloquesemenea.

Alguien tira de la cadena y la cisterna de agua se vacía haciendo que me reincorpore. Como un Nosferatu con el culo petado y tacat de merda, con los pezones rojos (especialmente el derecho) y la garganta más reseca que el coñete (por ausencia del mismo) de la susobicha que se me aparece apoyándose en el marco de la puerta del lavabo mientras se rasca los peludos cojones, sus tetas de silicona me contemplan con las aureolas ladeadas y en su rostro se dibuja una sonrisa maliciosa que me dice…
 
Al final ha ganado el Rajoy. Mayoría absoluta papito.

Y me lo suelta así. En plan rollo novedoso. Informando. Como si yo hubiese estado viviendo en una isla desierta, que a lo mejor lo he estado. Ajeno por completo al mundo, a la mama, a mi vida. Como si hubiese estado dormido, hibernando… Ha llegado la derecha, algo que ya sospechaba, que se veía venir desde hacía meses; y como el Barça de Pep no pierde ni a las canicas y yo necesitaba una dosis de realismo en mi vida nada mejor que echar cuentas y dejar que la Doris, un travelo colombiano de Sants me la meta por detrás para que la llegada de las hordas peperas sea más llevadera, en lo que parece serán ocho años como mínimo de mesetalismo, madridismo, españolismo y sobretodo contención salarial y de esfínteres.

Me duele el culo, sí, pero más me duele el corazón. Que ha llegado la derecha y se ha traído ropa para varios días la muy filla de puta.

1 comentari:

Anònim ha dit...

Qué escatológico estás Josep M. y si... huele a caquita.
Cachis...