dimecres, 3 de novembre del 2010

Feisbúc


Esto del Feisbúc es genial ya no porque puedas llegar a saber qué ha sido de tal persona a la que hace tropecientos años que no ves, si no porque gracias a Feisbúc puedes encontrar a gente que resulta ser afín a ti. Las redes sociales son una pasada Josep María, deberías probarlas coño. Gracias a Feisbúc puedes localizar a personas con gustos comunes e ideas semejantes. Feisbúc es el futuro Josep María. Las redes sociales son el futuro, créeme.

Me gustaría estar, encontrarme a años luz de donde estoy y me encuentro ahora.

Me gustaría tener la capacidad de contar hasta diez y conseguir que desapareciese todo lo que tengo delante que no me gusta, lo que me molesta. Uno, dos, tres, cuatro, cinco, así hasta diez y ZAS. Desaparecido.

Me gustaría que entonces, la persona o situación que tuviese delante se percatase de que su presencia o actitud me fastidian. Eso crearía en el personaje un condicionamiento respondiente con el paso del tiempo. De modo que tras verme contar hasta diez esa presencia aprendería a largarse de mi vista, desaparecería y no me tocaría más los cojones. Yo es que le doy muchas vueltas a las cosas desde siempre, sí.

Me gustaría que con el tiempo el mero hecho de verme empezar a contar hasta diez hiciese que esa persona reaccionase salivando y evitándome. No sería necesario que emitiese un ladrido pavloniano, claro. Una vez conseguido ese condicionamiento estaría ya a un paso, me faltaría muy poco de verdad, para crear una especie de secta en la que las personas me adorarían como si yo fuese su auténtico y único MESSIas.
 
Me gustaría que ellas, las discípulas, me chuparan la polla tragándose mis fluidos celestiales. Sería mi alimento para con ellas mi me tú conmigo yo te aviso. Uno, dos, tres, cuatro… Y ellos, mis sirvientes, me entregarían el cincuenta por ciento de sus nóminas que yo, hábilmente invertiría en escarceos nocturnos con cariñosas putas a las que no les importaría regalarme esos maravillosos cinco minutos más que tanto escasean en el gremio.
 
Me gustaría que mi iglesia fuese uno de esos palcos que hay en l´estadi. Esos pequeños recintos con vistas al campo de juego, tele de plasma donde repiten las jugadas, sofá invadido de ácaros, nevera clase A con refrescos, azafatas sonrientes y predispuestas a contentar y bandejita repleta de pastas saladas. Muchas pastas saladas y ganchitos también, con su potenciador de sabor Glutamato, que tanto afea de color naranja las yemas de los dedos y tanto despierta la febril sensación de tener que comer más y más y más…

Y tú te preguntarás; ¿cómo puedo conocer a gente parecida o semejante a mí en Feisbúc? Es muy sencillo Josep María. Puedes crear un grupo o idea y hacerte seguidor. Por ejemplo, podrías crear un grupo que se llamase A mí me gusta contar hasta diez antes de responder, de modo que todo el mundo que leyese eso y se sintiese identificado con ello u opinase como tú, se añadiría a tu iniciativa. Eso crea vínculos de acercamiento entre personas, seguidores, amigos y la red social crece. Feisbúc es fabuloso Josep María, créeme carallo.

Entonces me gustaría crear un grupo que se llamase Señores que se tiran pedos en la cama y cubren su cabeza con la sábana.

Me gustaría cerrar los ojos y ponerme a contar hasta diez. Uno, dos, tres, cuatro, cinco, seis, siete, ocho, nueve y diez. Y entonces abrirlos de repente y…

ZAS.